Desde el origen de las cocinas compactas Stengel en Europa, la prioridad comenzó y se centró en albergues y residencias de estudiantes. Su gran perdurabilidad, hacía que pudieran ser minicocinas “a prueba de estudiantes, de mochileros” y que su uso garantizara la comodidad de turistas, viajeros, aventureros… En España, la configuración de los albergues ha sido siempre muy distinta al resto de Europa, pero poco a poco, las formas de uso han ido avanzando y homogeneizándose con nuestros vecinos, sobre todo, aquellos que están situados en el Camino de Santiago, y en todas sus formas y variables.
Durante la ceremonia de apertura del Año Santo Jubilar Compostelano de 2021 se llegó a un acuerdo para prorrogar dicho jubileo durante el año 2022, debido a las circunstancias especiales ocurridas por la pandemia de la Covid-19. Y sin duda, ha sido un gran acierto ya que la afluencia de peregrinos ha sido histórica. Por fin ha pasado lo peor de la pandemia y hemos vuelto a viajar con más ganas.
Cierto es que el turismo, después de esta crisis global, se ha tenido que reinventar ante los diferentes cambios que se han ido produciendo en la forma de viajar. La España vaciada y el turismo de pueblo, ha ido haciéndose fuerte durante estos meses, lo que también ha alentado es ese turismo más tranquilo, un turismo más experiencial, transformador, un turismo más sensorial se ha consolidado sin duda en este verano. Y, aunque las ganas de viajar nunca desaparezcan, las hemos trasladado a un turismo más casual y no basado en las mismas fechas de siempre.
Instalar una cocina compacta en un albergue del Camino de Santiago no es lo mismo que hacerlo en un hotel de lujo de Italia, en cada lugar Stengel Ibérica sabe perfectamente la cocina que tiene que instalar. En el caso de los albergues, casi siempre tienen las mismas características y lo más necesario es el almacenamiento, es decir, que tenga los suficientes armarios y cajones para que los peregrinos puedan dejar su comida, pero claro, al ser tan itinerante el público que acude, las zonas de lavado también tienen que ser amplias y las neveras pequeñas de bajo consumo ayudan también a conservar algún alimento perecedero.
Las minicocinas perfectas para albergues son los modelos Premiumline que se convierten en una cocina integral debido a la posibilidad de incorporación de microondas, lavavajillas y horno. Hay varias anchuras disponibles 100, 110, 120, 150, 160, 170 y 180 cm y pueden instalarse con amplias encimeras y armarios de pared. Aun así, también dependerá de la capacidad del albergue y de los servicios que puede prestar pero todas las cocinas Stengel Ibérica, sea el modelo que sea, cumplen con las normas necesarias de seguridad, además son higiénicas y antibacterianas y cumplen con la protección contra incendios, no inflamables, fundamental en cualquier instalación abierta al público. En fin, todo ventajas, ahorro y sostenibilidad, una cocina que se adapta a cualquier lugar.
